El Internet de las Cosas permitirá que miles de dispositivos inteligentes mantengan conexiones entre sí, convirtiéndose en uno de los focos de los cibercriminales.
Estamos en los inicios de la era del Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Diversas son las firmas de analistas que aseguran que hacia el año 2021, aproximadamente, la transición al 5G posibilitará nuevos casos de uso para esta tecnología, algunos de ellos aún en fase de prueba en automóviles, dispositivos para el hogar y hasta equipos médicos a distancia.
Solo por mencionar un ejemplo, Entel lanzó reciente su nueva plataforma de conectividad para IoT, M2M Manager, que permite a las empresas gestionar y controlar sus dispositivos. Durante su lanzamiento, en el marco del seminario Entel of Things, Brian Partridge, vicepresidente de Investigación de 451 Research, señaló que existe un potencial estratégico que está teniendo la incorporación de soluciones de IoT en diversas industrias.
Según Partridge, el IoT requerirá de cambios en los procesos de negocio de las empresas, entre los que destaca la seguridad como un factor clave que debe ser considerado en todas las etapas de desarrollo de estas soluciones y desde el comienzo.
Los analistas de Gemalto coinciden con Partridge en que en un mundo como el que ofrece el IoT, donde miles de dispositivos estarán interconectados, la seguridad debe ser una prioridad.
«Si bien los datos (provenientes del IoT) ofrecen oportunidades, también pueden acarrear riesgos, ya que los ataques cibernéticos son cada vez más comunes», destacan.
En Chile
Raúl Ciudad, presidente de ACTI, señala que con el avance de la digitalización, de las tecnologías y del IoT, entre otras varias aristas, uno de los temas que preocupan a los expertos es la seguridad de la información de las personas. Según Ciudad, esta es una tarea compartida en la que todos los sectores deben involucrarse: público, privado y el Estado.
«En tiempos en que la tecnología y la digitalización marcan pautas, es un deber como ciudadanos del mundo digital, como sociedad, como industria y como país resguardarnos del cibercrimen», destaca.
Hace solo unos días que la Presidenta Michelle Bachelet firmó la nueva Política Nacional de Ciberseguridad, una hoja de ruta que contempla medidas que se implementarán este año y el 2018, puntos y aspectos que el gobierno entrante deberá asumir y dar continuidad, y que debe quedar absolutamente implementada en el 2022.
Raúl Ciudad considera que lo anterior se trata de un avance. No obstante, recalca que lo cierto es que hoy Chile necesita con urgencia de una legislación que consolide la institucionalidad y maneje los incidentes de seguridad informática.