Día Internacional de la Mujer en la Minería: Victoria Villegas, desde el corazón de la innovación en Codelco

Mujeres mineras

La gestora de proyectos en la Dirección de Innovación DTE de Codelco, con más de dos décadas de trayectoria en minería, reflexiona sobre los avances en inclusión femenina, el impacto de la tecnología en la transformación del sector y los desafíos que aún persisten.

 Con un 21,8% de participación femenina en la Gran Minería, Chile se ha convertido en el segundo país del mundo con mayor inclusión de mujeres en este sector, solo por detrás de Australia. La cifra marca un avance histórico para una de las industrias más tradicionales, pero también revela desafíos persistentes, porque siguen subrepresentadas en áreas técnicas, cargos de liderazgo y procesos formativos vinculados a la industria del cobre.

En el marco del Día Internacional de la Mujer en la Minería, ACTI conversó con Victoria Villegas, gestora de proyectos en la Dirección de Innovación DTE de Codelco, quien compartió su visión sobre la evolución de la industria y el rol que la tecnología ha jugado en abrir nuevas oportunidades para las mujeres en faenas, centros de operación y espacios de decisión.

“Cuando llegué a Chile hace más de veinte años, ser mujer, extranjera y profesional en minería era algo poco común. Había un fuerte componente cultural y muchas barreras implícitas. Hoy se han dado pasos importantes, pero todavía hay temas pendientes respecto de  cómo se construyen los equipos, se lideran los procesos y se integran distintas miradas”, explicó Villanueva, quien agregó que ha observado de cerca cómo los cambios tecnológicos han impactado positivamente en la inclusión. “Hoy es posible operar maquinaria desde un centro remoto o participar en decisiones estratégicas sin tener que estar en faena. Ese cambio no solo mejora la eficiencia, también permite una conciliación que antes era impensable y amplía las oportunidades para quienes históricamente estuvimos fuera”.

Pero el desafío, advierte, no es solo técnico. También es cultural. “No basta con incorporar mujeres a los equipos. Hay que asegurar que tengan voz, que existan entornos de confianza y que el liderazgo se ejerza desde perspectivas diversas. Porque tenemos mucho que aportar, pero se requieren condiciones reales para desarrollarnos”.

El testimonio de Villegas se enmarca en un contexto de transformación estructural. Según el último Monitoreo de Indicadores de Género elaborado por la Alianza CCM–Eleva, Chile triplicó en una década la participación femenina en la industria del cobre, pasando de un 7,7% en 2014 a un 21,8% en 2024. Durante el segundo semestre del 2024, el 43% de las nuevas contrataciones en la Gran Minería correspondieron a mujeres.

A nivel regional, la tendencia es aún más pronunciada: en Antofagasta, la participación femenina alcanzó un 25,6%, superando el promedio nacional. Sin embargo, la representación en educación técnico-profesional sigue siendo baja: apenas un 13% en formación superior y un 14% en enseñanza media.

Organizaciones como ACTI han seguido de cerca estos procesos, especialmente por su conexión con los desafíos de la evolución digital, la automatización y la formación de capital humano. Para el ecosistema tecnológico, la inclusión femenina en minería no solo es una meta de equidad, sino una condición para el desarrollo sostenible de una de las industrias más relevantes del país.

Más allá de las cifras, el llamado es a seguir trabajando por una industria minera más diversa, moderna y consciente de su rol en la transformación productiva de Chile. Y eso —como lo demuestra este testimonio— comienza escuchando, visibilizando y reconociendo las experiencias de quienes hoy están contribuyendo al cambio desde dentro.