La digitalización está transformando a las soluciones tecnológicas en actores clave para el seguimiento y registro de las obligaciones.
Ante los cambios del sistema tributario, las empresas deben responder oportunamente con procedimientos que internalicen las nuevas exigencias normativas.
A la facturación electrónica obligatoria, que ya es una realidad, se suma la reciente entrada en vigencia de la Ley de Pago a 30 días –promulgada el 3 de enero de este año, con la guía de despacho electrónica obligatoria como una de sus primeras medidas en implementarse–, y la reforma tributaria que actualmente se discute en el Congreso y que estipula, entre otros aspectos, la obligatoriedad de la boleta electrónica.
En ese escenario, la digitalización de los documentos tributarios ha hecho cada vez más relevante el rol de la tecnología en la verificación del compliance en esta materia.
Y ante ese desafío, soluciones como el Big Data contable financiero y la interconectividad entre distintos actores y sus sistemas, ‘aumenta la disponibilidad y desempeño de datos críticos, los cuales pueden llegar a ser procesados en altos volúmenes y en tiempo real, otorgando a las empresas la posibilidad de transmitir información de manera confiable y transparente hacia los distintos interesados, cubriendo exigencias regulatorias cada vez más específicas’, observa Marión Aspée, integrante de la Mesa de Trabajo de Facturación Electrónica de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI).
En ese sentido, asumir la trasformación digital como un proceso transversal a los ecosistemas de las organizaciones es de vital relevancia. ‘Es importante abordar esta conversación, considerando que la tecnología es un magnífico acelerador de cambios generados por personas, a quienes les cuesta mucho adaptarse tanto a los cambios como a la velocidad de los mismos’, apunta Aspée.
En todo caso, para Miguel Ángel Díaz, académico y director del Centro de Auditoría, Riesgo y Cumplimiento de la Universidad de Chile, es necesaria una definición previa. ‘Lo relevante es tener bien desarrollada la metodología, el modelo, el proceso y después ver qué tecnología los puede apoyar. Es fundamental tener tecnología, pero siempre que sea consistente con lo que requiere el negocio’, plantea el académico.
A la facturación electrónica obligatoria, que ya es una realidad, se suma la reciente entrada en vigencia de la Ley de Pago a 30 días –promulgada el 3 de enero de este año, con la guía de despacho electrónica obligatoria como una de sus primeras medidas en implementarse–, y la reforma tributaria que actualmente se discute en el Congreso y que estipula, entre otros aspectos, la obligatoriedad de la boleta electrónica.
En ese escenario, la digitalización de los documentos tributarios ha hecho cada vez más relevante el rol de la tecnología en la verificación del compliance en esta materia.
Y ante ese desafío, soluciones como el Big Data contable financiero y la interconectividad entre distintos actores y sus sistemas, ‘aumenta la disponibilidad y desempeño de datos críticos, los cuales pueden llegar a ser procesados en altos volúmenes y en tiempo real, otorgando a las empresas la posibilidad de transmitir información de manera confiable y transparente hacia los distintos interesados, cubriendo exigencias regulatorias cada vez más específicas’, observa Marión Aspée, integrante de la Mesa de Trabajo de Facturación Electrónica de la Asociación Chilena de Empresas de Tecnologías de Información (ACTI).
En ese sentido, asumir la trasformación digital como un proceso transversal a los ecosistemas de las organizaciones es de vital relevancia. ‘Es importante abordar esta conversación, considerando que la tecnología es un magnífico acelerador de cambios generados por personas, a quienes les cuesta mucho adaptarse tanto a los cambios como a la velocidad de los mismos’, apunta Aspée.
En todo caso, para Miguel Ángel Díaz, académico y director del Centro de Auditoría, Riesgo y Cumplimiento de la Universidad de Chile, es necesaria una definición previa. ‘Lo relevante es tener bien desarrollada la metodología, el modelo, el proceso y después ver qué tecnología los puede apoyar. Es fundamental tener tecnología, pero siempre que sea consistente con lo que requiere el negocio’, plantea el académico.
ENTE RECAUDADOR A LA VANGUARDIA
El Servicio de Impuestos Internos (SII) ha sido pionero en impulsar la transformación digital desde una mirada sistémica y disruptiva, acercando cada día más al contribuyente a diferentes tecnologías que le han permitido adaptarse de manera fluida a los cambios. Hace varios años que existen en Chile softwares para tributar online, y su implantación ha sido exitosa, considerando la recaudación de impuestos derivada del uso de la factura electrónica como principal mecanismo de control y gestión del cumplimiento tributario. ‘La administración tributaria de Chile ha sido referente, preparando propuestas prellenadas de la declaración del IVA desde septiembre de 2017’, explica Marión Aspée, de la ACTI.
El Servicio de Impuestos Internos (SII) ha sido pionero en impulsar la transformación digital desde una mirada sistémica y disruptiva, acercando cada día más al contribuyente a diferentes tecnologías que le han permitido adaptarse de manera fluida a los cambios. Hace varios años que existen en Chile softwares para tributar online, y su implantación ha sido exitosa, considerando la recaudación de impuestos derivada del uso de la factura electrónica como principal mecanismo de control y gestión del cumplimiento tributario. ‘La administración tributaria de Chile ha sido referente, preparando propuestas prellenadas de la declaración del IVA desde septiembre de 2017’, explica Marión Aspée, de la ACTI.
Fuente: Diario Financiero